domingo, 6 de diciembre de 2015

Galletas de jengibre

Oficialmente doy por inaugurada la temporada navideña en Mi caja de recetas y lo hago con estas típicas galletas de jengibre, que son ideales para cocinarlas si tenéis niños en casa. Sencillas y con un resultado espectacular, ya que siempre salen bien, el éxito lo tenéis asegurado. Ah, y los ingredientes dan para muchas. Un mes por delante hasta que lleguen los Reyes Magos para publicar recetas buenas, bonitas y baratas. Esta receta se la regalo a mi sobrina Lola quien hoy cumple 12 añitos y que seguro que las va a cocinar enseguida. ¡Muchas felicidades, cariño!


Ingredientes:

  • 600 gramos de harina
  • 1/2 cucharada de levadura en polvo
  • 2 cucharaditas de jengibre en polvo
  • 4 cucharaditas de canela molida
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 180 gramos de mantequilla
  • 150 gramos de azúcar moreno
  • 2 huevos grandes
  • 100 gramos de miel de caña


Preparación:

Primero: la mantequilla tiene que estar a temperatura ambiente y ahora, a ¡galletear!
En un bol grande mezcláis la harina, la levadura, el jengibre molido, la canela y la sal.
En otro batís a velocidad media la mantequilla blanda con el azúcar. Cuando estén bien batidos, se lo añadís a la mezcla de harina. En el mismo bol batís los huevos con la miel de caña y se los añadís también a la mezcla de harina. Lo mezcláis todo con una espátula y, cuando se integren todos los ingredientes, ya podéis meter las manos y empezar a amasar.  Enseguida se convierte en una masa fácil de manejar. Cuando esté lista, la dejáis reposar unas dos horas en el bol tapada con un papel film.
Pasado este tiempo, la sacáis del bol y la extendéis con un rodillo entre dos hojas de papel vegetal hasta que tenga un grosor de unos 5mm.
Una vez estirada la masa, la pasáis a una bandeja y la metéis en el frigorífico unas dos horas.
A las dos horas ya estará lista para que empecéis a hacer galletas. Podéis usar el molde que queráis o incluso hacer bolas y chafarlas con el culo de un vaso. La forma os la dejo a vuestra elección.
Depende del tamaño que las hagáis, el tiempo del horno varía. Siempre precalentado a 180 grados, si son grandes de 11 a 15 minutos y si son pequeñas, de 6 a 8 minutos. Tenéis que estar pendientes para que nos se os quemen.
Cuando estén listas, las sacáis y las dejáis enfriar encima de una rejilla.



Observaciones:

Una vez frías, admiten toda clase de adornos con pinturas comestibles o glasa. Pero me conformo con que las hagáis. Mi hijo pequeño se lo ha pasado genial decorándolas con estos tubos de Dr. Oetker.


Guardadas en una lata, duran bastantes días pero no os emocionéis, no van a dejar ni una.

El galletero y el camino de mesa son de mi firma navideña preferida Villeroy & Boch y los encontráis en SEVRES. Como todos los años, han ideado una colección de ensueño. Id a verla, seguro que os lleváis algún capricho a casa.








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