domingo, 24 de abril de 2016

Ensalada de calabacín, tomates cherry y aguacate

Después de un sábado de excesos nada mejor que un día a base de ensalada "pura y dura", además de un gran vaso de agua con bicarbonato, limón y azúcar. La de hoy es estupenda también para añadirla a la lista de la operación anti-lorzas veraniega. Es una ensalada crudívora y es de mi libro de ensaladas de cabecera: Salad love de David Bez.



Ingredientes:
(para cuatro personas)
  • 2 calabacines
  • 200 gramos de tomates cherry
  • Un aguacate
  • Una cucharadita de sésamo negro
  • Un ramillete de cebollino fresco
  • Aceite de oliva
  • Vinagre balsámico
  • Sal y pimienta

Preparación:

Laváis los calabacines, los secáis y los cortáis en tiras con un pelapatatas. Laváis los tomates y los cortáis en cuartos. Peláis el aguacate y lo troceáis.
Para preparar el aliño batís con un tenedor o varillas en un cuenco, cuatro cucharadas de aceite de oliva, cuatro de vinagre balsámico, sal y pimienta al gusto.
Elegís la fuente y sólo queda emplatar: ponéis en el fondo las tiras de calabacines y encima los tomates, los aguacates, el sésamo y el cebollino. La aliñáis a la hora de servirla.



Observaciones:

He cambiado las semillas de cáñamo peladas de la receta original (por aquí no las he encontrado) por unas de sésamo negro que me ha traído Loli Lario de Estambul. Si es que la tengo que querer.

Bez propone una alternativa para los veganos: añadir un puñado de picatostes a los tomates troceados y dejarlos empapar durante 10 minutos.

La fuente de cristal es un regalo de mi cuñada Toñi.



domingo, 17 de abril de 2016

Galletas de canela

Hacía tiempo que no ponía una receta de galletas en el blog, con lo que me gustan a mí las tardes que me paso galleteando. Había que remediarlo y éstas de hoy son las elegidas: de canela, con un sabor intenso y crujientes. Receta fácilísima que podéis hacer con la ayuda de los peques de la casa. Y me río yo de las compradas.


Ingredientes:

  • 200 gramos de mantequilla
  • 200 gramos de azúcar
  • 2 huevos
  • 6 cucharadas de canela 
  • 500 gramos de harina
  • Un sobre de levadura en polvo (tipo Royal)
  • Canela y azúcar para espolvorear



Preparación:


En un bol grande mezcláis la mantequilla con el azúcar con la ayuda de unas varillas de manera manual o eléctricas, si no tenéis ganas de ganar músculo y estáis de un vago subido.
Añadís los huevos uno a uno y seguís batiendo.
Aparte, tamizáis la harina con la levadura y la canela y las añadís al bol de la mantequilla. Seguís mezclando hasta conseguir una masa uniforme con la que haréis una bola que envolveréis en papel film y meteréis en el frigorífico una hora.
Pasado ese tiempo, precalentáis el horno a 180 grados, sacáis la masa del frigo, ponéis la bola entre dos papeles vegetales y con un rodillo estiráis la masa hasta que tenga más menos un grosor de 5 mm.
Escogéis un cortador y ya podéis empezar a hacer galletas.
Las vais poniendo en la bandeja de horno encima de un papel vegetal o una lámina de silicona y las espolvoreáis con una mezcla, a partes iguales, de canela y azúcar.
Y ahora: al horno entre 12 y 15 minutos. Tienen que dorarse.
Las sacáis, las ponéis en una rejilla y luego a una caja de metal. Duran bastante, pero no en mi casa. Mis monstruos de las galletas no dejan que se pongan blandas porque se las comen el mismo día, a no ser que esconda alguna.




Observaciones:

Esta receta, doblando la cantidad de los ingredientes, –ya que me pongo, me pongo– es de Sweet-Baking-Days

Pedroooo: salen más de 40 galletas.

La bandeja y el bol, tan preciosos, me los ha regalado Pilar quien ya sabe lo mucho que me gustan los "cacharros" de cocina. Muchas gracias.












domingo, 10 de abril de 2016

Faisán con salsa de vino

La receta de hoy vuelve a ser del libro "Cocinar para ser feliz", de Carme Ruscalleda, y es que comer tan bien, verdaderamente me hace muy feliz. Cuando estuve eligiendo la que iba a cocinar para el reto Cooking the Chef ésta es la que se quedó en segundo lugar detrás de los macarrones con calamares, y como tenía un par de faisanes congelados que me regaló el tío Jose, se me ha ocurrido preparar uno para la comida del domingo.



Ingredientes:
(para cuatro personas)
  • Un faisán de aproximadamente un kilo (cortado en ocho trozos)
  • 150 gramos de tocino entreverado cortado en dados
  • Una cebolla grande
  • 50 ml de aceite de oliva
  • 750 ml de vino tinto -Ruscalleda indica Priorato-
  • 400 gramos de champiñones muy pequeños
  • 300 gramos de cebolletas de platillo muy pequeñas -no he encontrado, por lo tanto me las he saltado-
  • Agua mineral
  • 15 gramos de mantequilla
  • 5 gramos de harina
  • Sal y pimienta

Preparación:

Limpiáis el faisán de posibles plumas y lo pasáis por la llama. Si tenéis vitro y entre vuestros cacharros de cocina no hay un soplete, se las quitáis como podáis. Mi suerte es que el tío Jose me los ha regalado completamente limpios. Lo reserváis

Picáis muy fina la cebolla.
En una cazuela con el aceite muy caliente, ponéis el tocino y los trozos de faisán salpimentados; han de freírse a fuego medio durante aproximadamente 10 minutos. Los removéis de vez en cuando hasta que se doren. Cuando estén listos, retiráis de la cazuela el faisán y el tocino y reserváis.
En el mismo aceite sofreís lentamente la cebolla picada, hasta que se confite, durante unos 20 minutos.
Devolvéis a la cazuela el faisán y el tocino, añadís el vino y, cuando rompa a hervir, con la cazuela tapada, dejáis que cueza unos 60 minutos con el fuego muy lento. De vez en cuando, controláis el guiso y removéis.
Mientras tanto, escaldáis los champiñones con agua mineral y sal durante un minuto, los escurrís y los salteáis en una sartén durante 3 minutos con un poco de aceite y sal; han de quedar cocidos pero en su punto. Los reserváis.
En un cazo pequeño, preparáis el roux -mezcla de harina y grasa que se usa para la ligar las salsas básicas- cociendo con cuidado la harina y la mantequilla unos 5 segundos: no se tienen que dorar. También lo reserváis.
Cuando pase la hora de cocción del faisán -primero comprobáis que está tierno y si no lo dejáis unos minutos más- le añadís los champiñones y el roux y lo dejáis otros 3 minutos más. Rectificáis de sal y ya está listo para hincarle el diente.



Observaciones:

Ruscalleda, como he escrito en los ingredientes, le añade las cebolletas de platillo al mismo tiempo que los champiñones, después de escaldarlas en agua un minuto y cocerlas otros 15 en una sartén con un poco de aceite y condimentarlas con sal, una cucharada de azúcar y dos de agua. Si las encontráis, no dudéis en añadírselas. Si lo dice la cocinera por algo será.

Y ya que el faisán se ha remojado con vino, nosotros los vamos a hacer por dentro con este Teófilo Reyes Crianza 2011 de Ribera de Duero de SOQUM, la tienda on-line que me gusta tanto.

martes, 5 de abril de 2016

Macarrones con calamares

El reto de este mes de Cooking the Chef no me lo quería perder por nada del mundo: nada más y nada menos que con Carme Ruscalleda, una cocinera que me encanta y a la que tuve la suerte de conocer en 2011. Ir a su restaurante fue mi regalo de cumpleaños de ese año. Toda una sorpresa que bien mereció la pena la cantidad de kilómetros que tuve que recorrer hasta Sant Pol de Mar desde Cartagena. Si en esa época hubiera tenido "guasap", qué paliza os habría dado haciéndole fotos a los platos. Pero, ahora que lo pienso, ¿y lo tranquila que estuve yo disfrutando de esa maravillosa comida en un entorno de ensueño, hablando con Ruscalleda y sin teléfonos por enmedio? La receta que he elegido de su libro "Cocinar para ser feliz" es la de macarrones con calamares. De verdad que tenéis que hacerla. Están, como dice mi marido, "brutales".


Ingredientes:
(para cuatro personas) 
  • 250 gramos de macarrones finos. He puesto plumas del nº 5
  • 600 gramos de calamares frescos
  • 3 puerros
  • 8 pimientos del piquillo
  • 100 gramos de avellanas tostadas
  • 50 gramos de queso parmesano rallado
  • 20 gramos de mantequilla
  • Sal, pimienta y aceite de oliva

Preparación:

Cocéis la pasta al dente, la escurrís, la refrescáis para detener la cocción, la escurrís de nuevo y la reserváis.
Limpiáis los calamares de tripas y tinta, pero no les quitéis la piel. Los cortáis en dados de 1 cm de lado y los reserváis.
Una vez limpios, cortáis los puerros en dados muy pequeños y los salteáis en una sartén con poco aceite, sal y pimienta durante 3 minutos. Los sacáis de la sartén y reserváis.
Cortáis ahora los pimientos del piquillo en dados pequeñísimos y los salteáis en la sartén con un poco de aceite y sal durante 2 minutos. Los sacáis y reserváis.
Las avellanas tostadas las picáis en el mortero.
En una cazuela, con el aceite muy caliente, cocéis los calamares, previamente salpimentados, durante 1 minuto. Les añadís los puerros, los pimientos, los macarrones y las avellanas, rehogáis todo y rectificáis de sal.
Ahora, lo ponéis en una bandeja de horno, espolvoreáis con el queso parmesano rallado y la mantequilla a trozos por encima. La metéis en el horno a 240º hasta que se gratine.


Observaciones:

Para Rucalleda es un plato único, rápido de preparar –eso lo comparto yo– y muy distinto de los macarrones habituales –también lo suscribo–.

La cocinera nos propone esta misma receta pero sustituyendo los calamares por gambas o cigalas. 

Y aquí abajo os pongo la foto de la dedicatoria que me escribió en el libro del que he sacado esta receta. Si es que es un encanto de mujer.


En este enlace están todas las recetas que se han presentado este mes al reto Cooking the Chef.




domingo, 3 de abril de 2016

Paté de cerdo

El recetario de María Salinas me está dando mucho juego. Para los que no sepáis la historia, podéis leerla aquí y entenderéis por qué me gusta tanto esa libreta. Pues bien, la de hoy es otra de las recetas que tenía señalada para cocinar en cuanto tuviese tiempo, y el viernes por la tarde me puse manos a la obra. He utilizado los mismos ingredientes, más unas cuantas hierbas que le he añadido yo por mi cuenta. Se trata de un rico paté de cerdo o fuagrás, como le llamábamos cuando éramos pequeños. Era la manera española de llamar al foie-gras francés.



Ingredientes:

María hacía paté para un regimiento y no me extraña porque tiene siete hijos. Yo he puesto la mitad de las cantidades de la receta original.
  • 500 gramos de hígado de cerdo
  • 375 gramos de tocino fresco
  • 125 gramos de magra de cerdo
  • 5 huevos
  • Una nuez moscada 
  • Pimienta
  • Sal
  • Una pizca de canela 
Hasta aquí los ingredientes de María.
Ahora mi aportación:
  • Media cucharadita de tomillo
  • Media cucharadita de romero
  • Media cucharadita de estragón

Preparación:

Os aviso que tengáis cuidado y no se os vaya la mano con la picadora como me ha pasado a mí. Piqué la mezcla en el robot Thermomix y, para mi gusto, lo trituré demasiado. 
Una vez avisados, vamos con la receta, que es sencillísima.
Si no tenéis ningún robot de cocina, pedís en la carnicería que piquen las carnes y las pasen dos veces por la máquina.
Las ponéis en un cuenco, con los huevos, la nuez moscada rallada, la pimienta, la sal, una pizca de canela, las hierbas y los mezcláis muy bien. 
María llena con esta mezcla botes de cristal, los cierra, los pone en una olla, los cubre de agua y los tiene cociendo durante tres horas. Pasado este tiempo, los saca, los pone boca abajo –para que hagan vacío– y así tiene paté para mucho tiempo.
Como sé que para vosotros ese método es complicado, os doy otra opción: cocinar el paté en una terrina o en un molde que tengáis a mano. 
Las terrinas de cerámica son fantásticas para estos menesteres. Y el paté en ellas queda que parece comprado. La mía es de la marca Pyrex y me encanta. 
En menos de una hora con el horno a 200 grados tendréis un paté divino listo para untarlo en cualquier clase de pan. 



Observaciones:

Os invito a que leáis los ingredientes de cualquier lata de paté comercial. Se os van a quitar las ganas de comprar más y a lo mejor consigo que algún "hambriento" de Mi caja de recetas se decida a cocinar el suyo propio.